Y al entrar, les dijo: —¿Por qué hacéis alboroto y lloráis? La niña no ha muerto, sino que duerme.
Entró y les dijo: --¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta sino dormida.
Entonces Jesús entró en la casa y les dijo: —¿Por qué lloran y hacen tanto escándalo? La niña no está muerta, sólo está dormida.
Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.»
Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme.
Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no está muerta, sino duerme.