El rey se entristeció mucho, pero a causa del juramento y de los que estaban a la mesa, no quiso rechazarla.
El rey se quedó angustiado, pero a causa de sus juramentos y en atención a los invitados, no quiso desairarla.
El rey se puso muy triste, pero no quiso negarle a la muchacha lo que pedía, porque se lo había jurado delante de sus invitados.
El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales.
Y el rey se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla.
Y el rey se entristeció mucho, mas por causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla.