Y de inmediato fueron abiertos sus oídos y desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien.
Con esto, se le abrieron los oídos al hombre, se le destrabó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
En ese momento el hombre pudo oír y hablar normalmente.
Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente.
Al momento fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien.
Y al instante sus oídos fueron abiertos, y fue suelta la atadura de su lengua, y hablaba bien.