Jesús lo mandó a su casa con esta advertencia: --No vayas a entrar en el pueblo.*
Jesús le mandó que volviera a su casa, y le dijo: —No regreses al pueblo.
Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.»
Y lo envió a su casa, diciendo: entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.
Y le envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.