Pero él se dio vuelta, y mirando a sus discípulos reprendió a Pedro diciéndole: —¡Quítate de delante de mí, Satanás! Porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Pero Jesús se dio la vuelta, miró a sus discípulos, y reprendió a Pedro. --¡Aléjate de mí, Satanás! --le dijo--. Tú no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres.
Pero Jesús se volvió, y frente a todos sus discípulos regañó a Pedro: «¡Pedro, estás hablando como Satanás! ¡Apártate de mí, pues no entiendes los planes de Dios! Te comportas como cualquier ser humano.»
Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»
Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Mas él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: Quítate de delante de mí, Satanás; porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.