Pero Jesús dijo: —No se lo prohibáis, porque nadie que haga milagros en mi nombre podrá después hablar mal de mí.
--No se lo impidan --replicó Jesús--. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí.
Pero Jesús dijo: —No se lo prohíban, porque nadie podría maldecirme después de haber hecho un milagro usando mi nombre.
Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
Mas Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí.