Pero él no le respondía palabra. Entonces se acercaron sus discípulos y le rogaron diciendo: —Despídela, pues grita tras nosotros.
Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: --Despídela, porque viene detrás de nosotros gritando.
Jesús no le hizo caso. Pero los discípulos se acercaron a él y le rogaron: —Atiende a esa mujer, pues viene gritando detrás de nosotros.
Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: «Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros.»
Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
Mas él no le respondió palabra. Y sus discípulos vinieron y le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.