La mujer se acercó y, arrodillándose delante de él, le suplicó: --¡Señor, ayúdame!
Pero la mujer se acercó a Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo: —¡Señor, ayúdame!
Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: «¡Señor, socórreme!»
Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Entonces ella vino y le adoró, diciendo: Señor, socórreme.