Cuando alzaron la vista, no vieron a nadie más que a Jesús.
Cuando los discípulos se levantaron, vieron que Jesús estaba solo.
Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo.
Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.
Y alzando ellos sus ojos a nadie vieron, sino a Jesús solo.