Así que, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos que se pierda ni uno de estos pequeños.
Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.
De la misma manera, el Dios y Padre de ustedes no quiere que ninguno de estos pequeños se pierda y quede separado de él para siempre.
De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en el cielo, que se pierda uno de estos pequeñitos.