Así que fueron. Salió de nuevo a eso del mediodía y a la media tarde, e hizo lo mismo.
Como a las doce del día, el dueño volvió a hacer lo mismo; y salió otra vez a las tres de la tarde.
Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo.
Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.
Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.