El que jura por el templo, jura no sólo por el templo sino por quien habita en él.
Y si alguien jura por el templo, no sólo está jurando por el templo, sino también por Dios, que vive allí.
Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita.
y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita;
y el que jura por el templo, jura por él, y por el que en él habita;