Pasando un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: —Padre mío, de ser posible, pase de mí esta copa. Pero, no sea como yo quiero, sino como tú.
Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró: 'Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo.* Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.'
Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.»
Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú.»
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si fuere posible, pase de mí esta copa, pero no sea mi voluntad, sino la tuya.