Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Después de ayunar en el desierto cuarenta días con sus noches, Jesús tuvo hambre.
Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre.
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Y después que hubo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.