Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.
»Ustedes deben ser perfectos como Dios, su Padre que está en el cielo, es perfecto.
Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.