Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: —Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue sanada desde aquella hora.
Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo: --¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento.
Jesús se dio vuelta, vio a la mujer y le dijo: «Ya no te preocupes, tu confianza en Dios te ha sanado.» Y desde ese momento la mujer quedó sana.
Jesús se volvió, y al verla le dijo: «¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado.» Y se salvó la mujer desde aquel momento.
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.
Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y la mujer fue sana desde aquella hora.