¡Ay de la ciudad sanguinaria! Toda ella es engaño; está llena de pillaje y de incesante rapiña.
¡Ay de la ciudad sedienta de sangre, repleta de mentira, insaciable en su rapiña, aferrada a la presa!
Así dice nuestro Dios: «¡Pobrecita de ti, capital de Asiria! ¡Estás llena de asesinos, de mentirosos y ladrones que no se cansan de robar!
¡Ay de la ciudad sanguinaria, mentira toda ella, llena de rapiña, de incesante pillaje!
¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje!
¡AY de la ciudad de sangres, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarse de ella el pillaje!