Los principales del pueblo se establecieron en Jerusalén. Pero el resto del pueblo hizo un sorteo para que uno de cada diez habitase en Jerusalén, la ciudad santa, y los nueve restantes en las otras ciudades.
Los jefes del pueblo se establecieron en Jerusalén. Entre el resto del pueblo se hizo un sorteo para que uno de cada diez se quedara a vivir en Jerusalén, la ciudad *santa, y los otros nueve se establecieran en las otras poblaciones.
Los jefes del país se quedaron a vivir en Jerusalén, que es la ciudad de Dios, y el resto del pueblo hizo un sorteo para elegir quiénes irían a vivir allá también. De cada diez familias una debería ir, y las otras nueve se quedarían en las demás poblaciones.
Los jefes del pueblo se establecieron en Jerusalén. El resto del pueblo echó a suertes para que de cada diez hombres habitase uno en Jerusalén, la Ciudad Santa, quedando los otros nueve en las ciudades.
Habitaron los jefes del pueblo en Jerusalén; mas el resto del pueblo echó suertes para traer uno de cada diez para que morase en Jerusalén, ciudad santa, y las otras nueve partes en las otras ciudades.
Y HABITARON los príncipes del pueblo en Jerusalem; mas el resto del pueblo echó suertes para traer uno de diez que morase en Jerusalem, ciudad santa, y las nueve partes en las otras ciudades.