Reprendí a los dirigentes diciendo: '¿Por qué está abandonada la casa de Dios?' Entonces los reuní y los puse en sus puestos;
Así que reprendí a los jefes y les dije: '¿Por qué está tan descuidado el templo de Dios?' Luego los reuní y los restablecí en sus puestos.
Entonces reprendí a las autoridades por haber descuidado el templo de Dios, y mandé llamar a los ayudantes de los sacerdotes y cantores. Los volví a colocar en sus puestos,
Reprendí por ello a los consejeros diciéndoles: «¿Por qué ha sido abandonada la Casa de Dios?» Luego los reuní de nuevo y los restablecí en sus puestos.
Entonces reprendí a los oficiales, y dije: ¿Por qué está la casa de Dios abandonada? Y los reuní y los puse en sus puestos.
Y reprendí a los magistrados, y dije: ¿Por qué está la casa de Dios abandonada? Y los junté, y los puse en su lugar.