Entonces distribuí al pueblo por familias, detrás de la muralla en sus partes más bajas y en sus partes desprotegidas, con sus espadas, sus lanzas y sus arcos.
Así que puse a la gente por familias, con sus espadas, arcos y lanzas, detrás de las murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos.
Por eso ordené que todos tuvieran listas sus armas: espadas, lanzas y arcos. Luego les pedí que se colocaran agrupados por familias detrás del muro, en los espacios que todavía no habían sido reparados.
Dije a los notables, a los consejeros y al resto del pueblo: «La obra es importante y extensa, y nosotros estamos diseminados a lo largo de la muralla, lejos unos de otros:
Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos.
Entonces puse por los bajos del lugar, detrás del muro, en las alturas de los peñascos, puse el pueblo por familias con sus espadas, con sus lanzas, y con sus arcos.