Además, sacudí mi ropa y dije: —Así sacuda Dios de su casa y de su propiedad a todo hombre que no cumpla esta promesa, y que se quede sacudido y vacío. Y toda la congregación respondió: —¡Amén! Alabaron a Jehovah, y el pueblo hizo conforme a esta promesa.
Luego me sacudí el manto y afirmé: ¡Así sacuda Dios y arroje de su casa y de sus propiedades a todo el que no cumpla esta promesa! ¡Así lo sacuda Dios y lo deje sin nada! Toda la asamblea respondió: ¡Amén! Y alabaron al Señor, y el pueblo cumplió lo prometido.
Además, me sacudí la ropa y dije: —Así sacuda Dios a todos los que no cumplan con esta promesa. Que Dios les quite sus casas, sus terrenos y todo lo que posean. Todos los que estaban reunidos allí dijeron: «¡Que así sea!», y alabaron a Dios. Y todos cumplieron lo que habían prometido.
Luego sacudí los pliegues de mi manto diciendo: «¡Así sacuda Dios, fuera de su casa y de su hacienda, a todo aquel que no mantenga esta palabra: así sea sacudido y despojado!» Toda la asamblea respondió: «¡Amén!», y alabó a Yahveh. Y el pueblo cumplió esta palabra.
Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto.
Además sacudí mi ropa, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! Y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto.