Así entendí que Dios no lo había enviado, sino que decía aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat le habían contratado.
Y es que me di cuenta de que Dios no lo había enviado, sino que se las daba de profeta porque Sambalat y Tobías lo habían sobornado.
Me di cuenta de que Semaías decía eso porque Sambalat y Tobías le habían pagado para hacerlo, y que no hablaba de parte de Dios.
Pues comprendí que él no había sido enviado por Dios, sino que había dicho esta profecía sobre mí porque Tobías le había comprado,
Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado.
Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí, porque Tobías y Sanbalat le habían alquilado por salario.