Los levitas hacían que todo el pueblo guardara silencio, y decían: —Callad, porque el día es santo; no os entristezcáis.
También los levitas tranquilizaban a todo el pueblo. Les decían: '¡Tranquilos! ¡No estén tristes, que éste es un día *santo!'
Los ayudantes de los sacerdotes también calmaban al pueblo y le decían: «Cállense. No lloren, porque este es un día dedicado a Dios. No hay motivo para estar tristes».
También los levitas tranquilizaban al pueblo diciéndole: «Callad: este día es santo. No estéis tristes.»
Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis.
Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, que es día santo, y no os entristezcáis.