Cuando el tabernáculo tenga que trasladarse, los levitas lo desarmarán; y cuando se detenga, los levitas lo armarán. El extraño que se acerque morirá.
Cuando haya que trasladar el santuario, los levitas se encargarán de desarmarlo; cuando haya que instalarlo, serán ellos quienes lo armen. Pero cualquiera que se acerque al santuario y no sea sacerdote, morirá.
»Además, los de la tribu de Leví desarmarán el santuario cuando el pueblo se ponga en marcha; cuando se detenga, lo armarán de nuevo. »Toda persona que se acerque al santuario y no sea de la tribu de Leví, morirá.
Cuando haya de trasladarse la Morada, la desmontarán los levitas, y cuando la Morada se detenga, los levitas la montarán. El laico que se acerque, será muerto.
Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán; y el extraño que se acercare morirá.
Y cuando el tabernáculo partiere, los levitas lo desarmarán; y cuando el tabernáculo parare, los levitas lo armarán: y el extraño que se llegare, morirá.