Entonces Dios dijo a Balaam: —No vayas con ellos ni maldigas al pueblo, porque es bendito.
Pero Dios le dijo a Balán: No irás con ellos, ni pronunciarás ninguna maldición sobre los israelitas, porque son un pueblo bendito.
Entonces Dios le ordenó a Balaam: —No vayas con esos hombres, ni le eches la maldición a ese pueblo, pues yo haré que le vaya bien en todo.
Pero dijo Dios a Balaam: «No vayas con ellos, no maldigas a ese pueblo porque es bendito.»
Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es.
Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito.