También el becerro será llevado a Asiria como presente para el gran rey. Efraín conseguirá sólo vergüenza; Israel será avergonzado por su consejo.
El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey. Efraín quedará avergonzado; Israel se avergonzará de sus ídolos.[2]
El también será llevado a Asiria, como ofrenda para el gran rey. Efraím recogerá vergüenza, e Israel quedará corrida de su plan.
Aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su consejo.
Y aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb: Efraín será avergonzado, e Israel será confuso de su consejo.