'Desde la tierra de Egipto yo soy Jehovah tu Dios; no reconocerás otro dios aparte de mí, ni otro salvador, sino a mí.
'Pero yo soy el Señor tu Dios desde que estabas en Egipto. No conocerás[2] a otro Dios fuera de mí, ni a otro Salvador que no sea yo.
Dios le dijo a su pueblo: «Israel, yo soy tu Dios; no tienes otro salvador. Yo he sido tu único Dios desde que estabas en Egipto.
Pero yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto. No conoces otro Dios fuera de mí, ni hay más salvador que yo.
Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás dios fuera de mí, ni otro Salvador sino a mí.