No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: ‘Dioses nuestros’; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
Asiria no podrá salvarnos; no montaremos caballos de guerra.
Asiria no puede salvarnos, ni con todos sus carros de guerra, así que no volveremos a adorar a dioses que hemos fabricado. Sólo en ti, Dios nuestro, encuentra el huérfano ternura”».
Tomad con vosotros palabras, y volved a Yahveh. Decidle: «Quita toda culpa; toma lo que es bueno; y en vez de novillos te ofreceremos nuestros labios.
No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
No nos librará Asiria; no subiremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.