Compré entonces a esa mujer por quince monedas de plata
Yo, Oseas, le pagué al amante de mi esposa quince monedas de plata y le di trescientos treinta kilos de cebada, para que ella volviera a vivir conmigo.
Yo me la compré por quince siclos de plata y carga y media de cebada.
La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.
La compré entonces para mí por quince dineros de plata, y un homer y medio de cebada.