El perjurar, el engañar, el asesinar, el robar y el adulterar han irrumpido. Uno a otro se suceden los hechos de sangre.
Cunden, más bien, el perjurio y la mentira. Abundan el robo, el adulterio y el asesinato. ¡Un homicidio sigue a otro!
sino perjurio y mentira, asesinato y robo, adulterio y violencia, sangre que sucede a sangre.
Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden.
Perjurar, y mentir, y matar, y hurtar y adulterar prevalecen, y sangres se tocaron con sangres.