Efraín es oprimido y quebrantado en el juicio, porque quiso andar en pos de las vanidades.
Efraín está deprimido, aplastado por el juicio, empeñado en seguir a los ídolos.[4]
El reino de Israel es maltratado y nadie respeta sus derechos porque prefirió adorar a dioses falsos.
Está oprimido Efraím, quebrantado el juicio, porque se complace en ir tras la Vanidad.
Efraín es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de vanidades.
Efraín es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de mandatos.