Como se esconden los merodeadores, así se esconden los sacerdotes. Asesinan en el camino de Siquem; ciertamente hicieron infamia.
Una pandilla de sacerdotes está al acecho en el camino a Siquén, y como banda de salteadores, comete toda clase de infamias.
En el camino que lleva al santuario de Siquem, los sacerdotes parecen ladrones: se esconden para asaltar y matar a todos los que pasan por allí.
Como emboscada de bandidos es la pandilla de sacerdotes: asesinan por el camino de Siquem, y cometen infamia.
Y como ladrones que esperan a algún hombre, así una compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Siquem; así cometieron abominación.
Y como ladrones que esperan a algún hombre, así una compañía de sacerdotes asesina en el camino de Siquem; porque ponen en efecto la abominación.