Los extraños han devorado sus fuerzas, pero él no se da cuenta. Aun las canas se han esparcido sobre él, pero él no se da cuenta.
Los extranjeros le minan las fuerzas, pero él ni cuenta se da. Su pelo se ha encanecido, pero él ni cuenta se da.
Los egipcios y los sirios están acabando con Israel, pero Israel ni siquiera se da cuenta. ¡Han acabado con sus fuerzas, pero tampoco se da cuenta!
Extranjeros devoran su fuerza, ¡y él no lo sabe! Ya las canas blanquean en él, ¡y él no lo sabe!
Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo.
Comieron extraños su sustancia, y él no lo supo; y aun vejez se ha esparcido por él, y él no lo entendió.