No te alegres, oh Israel; no te regocijes como otros pueblos, porque te has prostituido apartándote de tu Dios. Has amado la paga de prostituta en todas las eras del grano.
No te alegres, Israel; no hagas fiesta como las naciones. Porque te has prostituido: ¡le has sido infiel a tu Dios! que recibes en todos los trigales.[1]
El profeta le dijo al pueblo: «¡No cantes victoria, Israel! ¡No imites a esos pueblos que saltan de alegría! Te has apartado de Dios; has adorado a dioses falsos. Has sido infiel a tu Dios, porque al ver tus cosechas diste gracias a dioses falsos.
No te regocijes, Israel, no jubiles como los pueblos, pues te has prostituido, lejos de tu Dios, y amas ese salario sobre todas las eras de grano.
No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.
No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario por todas las eras de trigo.