El profeta es centinela de Efraín, el pueblo de mi Dios; pero ahora le pone trampas en todos sus caminos. Hay hostilidad en la casa de su Dios.
El profeta, junto con Dios, es el centinela de Efraín,[2] pero enfrenta trampas en todos sus caminos, y hostilidad en la casa de su Dios.
Vigila a Efraím, con mi Dios, el profeta: lazos se le tienden en todos sus caminos, hostilidad en la Casa de su Dios.
Atalaya es Efraín para con mi Dios; el profeta es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios.
Atalaya es Efraín para con mi Dios: el profeta es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios.