Dijo también al que le había invitado: —Cuando hagas comida o cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te vuelvan a invitar a ti, y te sea hecha compensación.
13
Pero cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos.
14
Y serás bienaventurado, porque ellos no te pueden retribuir, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.