1
Les refirió también una parábola acerca de la necesidad de orar siempre y no desmayar.
2
Les dijo: 'En cierta ciudad había un juez que ni temía a Dios ni respetaba al hombre.
3
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: ‘Hazme justicia contra mi adversario.’
4
El no quiso por algún tiempo, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque ni temo a Dios ni respeto al hombre,
5
le haré justicia a esta viuda, porque no me deja de molestar; para que no venga continuamente a cansarme.’'
6
Entonces dijo el Señor: 'Oíd lo que dice el juez injusto.
7
¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a él de día y de noche? ¿Les hará esperar?
8
Os digo que los defenderá pronto. Sin embargo, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?'