El sabio de corazón aceptará los mandamientos, pero el de labios insensatos será arruinado.
El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre.
El hombre sabio cumple una orden; el imprudente acaba en la ruina.
El sensato de corazón acepta los mandatos, el hombre charlatán corre a su ruina.
/nEl sabio de corazón recibirá los mandamientos; /nMas el necio de labios caerá.
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el necio de labios caerá.