El deseo de los justos es solamente para el bien, pero la esperanza de los impíos es para ira.
Los deseos de los justos terminan bien; la esperanza de los malvados termina mal.[3]
Los deseos de los buenos siempre traen bendición; los deseos de los malos sólo traen destrucción.
El deseo de los justos es sólo el bien, la esperanza de los malos, la ira.
/nEl deseo de los justos es solamente el bien; /nMas la esperanza de los impíos es el enojo.
El deseo de los justos es solamente el bien: Mas la esperanza de los impíos es el enojo.