Las riquezas del hombre pueden ser el rescate de su vida, pero el pobre ni oye las amenazas.
Con su riqueza el rico pone a salvo su vida, pero al pobre no hay ni quien lo amenace.
El rico, por su dinero, corre el peligro de ser secuestrado; el pobre no tiene ese problema, pues nadie lo amenaza.
El precio de la vida de un hombre es su riqueza; pero el pobre no hace caso a la amenaza.
/nEl rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; /nPero el pobre no oye censuras.
El rescate de la vida del hombre son sus riquezas: Pero el pobre no oye censuras.