La justicia enaltece a una nación, pero el pecado deshonra a todos los pueblos.
El orgullo de un pueblo es que se haga justicia; la desgracia de los pueblos es que se cometa pecado.
La justicia eleva a las naciones, el pecado es la vergüenza de los pueblos.
/nLa justicia engrandece a la nación; /nMas el pecado es afrenta de las naciones.
La justicia engrandece la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones.