El rey muestra su favor al siervo prudente, pero su ira está sobre el que le causa vergüenza.
El rey favorece al siervo inteligente, pero descarga su ira sobre el sinvergüenza.
El ayudante inteligente se gana el aprecio del jefe, pero el empleado sinvergüenza provoca su enojo.
El favor del rey para el siervo prudente; y su cólera para el que le avergüenza.
/nLa benevolencia del rey es para con el servidor entendido; /nMas su enojo contra el que lo avergüenza.
La benevolencia del rey es para con el siervo entendido: Mas su enojo contra el que lo avergüenza.