La lengua de los sabios embellece el conocimiento, pero la boca de los necios expresa insensatez.
La lengua de los sabios destila conocimiento;[1] la boca de los necios escupe necedades.
Cuando los sabios hablan, comparten sus conocimientos; cuando los tontos hablan, sólo dicen tonterías.
La lengua de los sabios hace agradable la ciencia, la boca de los insensatos esparce necedad.
/nLa lengua de los sabios adornará la sabiduría; /nMas la boca de los necios hablará sandeces.
La lengua de los sabios adornará la sabiduría: Mas la boca de los necios hablará sandeces.