El que entrecierra sus ojos para planear perversidades, el que aprieta sus labios, consuma el mal.
El que guiña el ojo trama algo perverso; el que aprieta los labios ya lo ha cometido.
Quien te hace señas con los ojos y te sonríe sin razón, algo malo trama contra ti, o algo malo ha cometido.
Quien cierra los ojos es para meditar maldades, el que se muerde los labios, ha consumado el mal.
/nCierra sus ojos para pensar perversidades; /nMueve sus labios, efectúa el mal.
Cierra sus ojos para pensar perversidades; Mueve sus labios, efectúa el mal.