Las suertes se echan sobre la mesa,[6] pero el veredicto proviene del Señor.
El hombre propone, y Dios dispone.
Se echan las suertes en el seno, pero la decisión viene de Yahveh.
/nLa suerte se echa en el regazo; /nMas de Jehová es la decisión de ella.
La suerte se echa en el regazo: Mas de Jehová es el juicio de ella.