El perezoso mete la mano en el plato, pero es incapaz de llevarse el bocado a la boca.
Hay gente tan perezosa que hasta de comer se cansa.
El perezoso hunde la mano en el plato, y no es capaz ni de llevarla a la boca.
/nEl perezoso mete su mano en el plato, /nY ni aun a su boca la llevará.
El perezoso esconde su mano en el seno; aun a su boca no la llevará.