Quien cierra sus oídos al clamor del pobre, llorará también sin que nadie le responda.
Quien no hace caso de las súplicas del pobre, un día pedirá ayuda y nadie se la dará.
Quien cierra los oídos a las súplicas del débil clamará también él y no hallará respuesta.
/nEl que cierra su oído al clamor del pobre, /nTambién él clamará, y no será oído.
El que cierra su oído al clamor del pobre; también él clamará, y no será oído.