Los proyectos del diligente resultarán en abundancia, pero todo apresurado va a parar en la escasez.
Los planes bien pensados: ¡pura ganancia! Los planes apresurados: ¡puro fracaso!
Cuando las cosas se piensan bien, el resultado es provechoso. Cuando se hacen a la carrera, el resultado es desastroso.
Los proyectos del diligente, todo son ganancia; para el que se precipita, todo es indigencia.
/nLos pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; /nMas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
Los pensamientos del diligente ciertamente conducen a la abundancia; mas los del presuroso, de cierto llevan a pobreza.