Acumular tesoros mediante la lengua de engaño es vanidad fugaz de los que buscan la muerte.
La fortuna amasada por la lengua embustera se esfuma como la niebla y es mortal como una trampa.[2]
Las riquezas que amontona el mentiroso se desvanecen como el humo; son una trampa mortal.
Hacer tesoros con lengua engañosa, es vanidad fugitiva de quienes buscan la muerte.
/nAmontonar tesoros con lengua mentirosa /nEs aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.
Allegar tesoros con lengua de mentira, es vanidad desconcertada de aquellos que buscan la muerte.