Rendirle honores al necio es tan absurdo como atar una piedra a la honda.
Dime de qué sirve alabar al tonto, y te diré de qué sirve un arco sin flechas.
Como sujetar una piedra en la honda, es conceder honores a un necio.
/nComo quien liga la piedra en la honda, /nAsí hace el que da honra al necio.
Como quien liga la piedra en la honda, así hace el que al necio da honra.